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13/11/10

Se puede querer más de lo que se espera.

Se puede querer más de lo que se espera. Nunca pensaría que me podrías revolver el estomago como un puñetazo de los buenos buenos ricos ricos, ni que sintiese tan fuerte que tuviese que llorar hasta sangrar para que mis sentimientos más diferentes e inconfesables escapen, diferentes pues no es que sean raros, inconfesables pues nunca tendrás la absoluta certeza de que me dirija a ti. Si yo nunca lo pensaría, tu menos. Se que esperas que te explique muchas cosas que crees que tengo y siento necesitar explicarte, pero no hay explicación que valga a tu belleza expresada en un lienzo, pues la belleza no depende de nada cognitivo, no hay sentido que detecte la belleza, ni vista, ni oído, ni gusto, ni olfato, ni tacto, ni cerebro o computadora que la procese, solo el corazón te detecta, mi corazón te detecta y tendría que arrancármelo para que entendieses y pudiese explicarte lo que siento, el corazón es el único lienzo que nos da la naturaleza para mostrar como tu ácido me corroe, se que quieres que te explique algo, pero no lo haré, las palabras sobran cuando los actos lo dicen todo, y que así sea, quiero bañarme en el océano de tu lejanía, hasta que este se consuma como una cerilla desprende ese humo gris como la rutina y de olor detestable, mas es humo de esperanza, sobras de la síntesis de lo verde que a todos nos une, no tengo nada que explicarte, ni nada con lo que ir punto por punto, pues prefiero ir paso a paso en el camino de amarte, como semejante, como realmente deberíamos amarnos todos, y caminar de la mano. No se si ese llanto me asusta o me atrae, pero no se que es lo que tienes y traes que dormiría una noche bajo las escaleras de la que precisamente no es ni quiere ser una princesa, a cambio de toda mi vida, mas la vida no es cuento pero hay demasiados que viven de ellos, quiero dormir bajo la escalera de esa que quiere ser una misma y actuar como su corazón le pida sin manchar la vida de nadie de lo mas oscuro que la existencia nos pudo otorgar, no es ni el color negro, ni la oscuridad, ni lo oculto, ni lo que todos vemos justo antes de dormir, si no el mal, el mal que todos deberíamos querer eliminar de nuestra hermosa alma, hasta que quede limpia, ni blanca, ni llena de claridad, ni llena de nubes, ni de eso que entra por la ventana del vago cada mañana para despertarme, si no limpia, llena de bondad sin color, olor, tato, gusto o formas. Se puede querer más de lo que se espera y yo no se como quieres que te quiera, mas si se como quiero quererte, mi semejante, mi semejante belleza, y me encantaría que me quieras como quieres quererte a ti misma, o como desearías que todo el mundo se quisiese, y no que me quieras como esa novia de la adolescencia, ni esa tontería de un poco mucho demasiado poco mucho largo indefinible tiempo, si no que me quieras como me quiero a mi mismo, y no como quieres a quien crees que van dirigidas estas palabras, si no a ti, a quien realmente va dirigido este derroche de sinceridad, porque esto ya no es ni lírica, ni prosa, es un ensayo femenino, es una mujer, eso que te gusta por fuera, eso que eliges cuando te rindes a lo menos profundo de toda tu existencia, elígeme como una energía para intentar destapar tu sonrisa y alimentarla, para enterrarla cuando muera, y para trazar un camino detrás de ti, a donde quiera que tan lejos en la eternidad te vayas. Creo que cada vez tengo menos que explicar y paradójicamente tú más que preguntar, soy un inculto y por eso pongo tildes azarosas para que mañana tú si eres tan lista como se que eres, tan lista como para que realmente te deas por aludida aunque no quieras aceptarlo pues todo es mas fácil si yo me agarro a mi pichoncito y tu al tuyo aunque tengan mas en común de lo que te piensas, me corrijas. Entiéndeme, porque es difícil querer más de lo que se espera a quien menos te lo esperas y menos se espera que tú le quieras. Me encanta poder mirarte directamente a esos ojitos sinceros.